sábado, 24 de marzo de 2007

Colaboración en adhesión a la “Semana de la memoria”

“Y al país lo remataron, y lo remataron mal. Lo partieron en pedazos, y ahora hay que volverlo a armar”
(Para el pueblo lo que es del pueblo, José Tcherkaski y Piero, 1973)
Me complace presentar a continuación el primer aporte ofrecido a este blog de parte una colega -la Profesora Araceli Beltramino- que generosamente me acercó un trabajo realizado con alumnos de 3° año Polimodal de la Escuela N° 65 “Monseñor Jorge Schöenfeld” de Aldea “Santa María” (Entre Ríos - Argentina).
Los chicos editaron -en el transcurso de 2006, bajo la coordinación de la docente mencionada y el profesor Julián Gómez- una publicación denominada “3° sin fronteras”. De la segunda edición de esta presento el Editorial puesto que es representativo de la producción y dos artículos. Estos fueron elaborados en el marco de las reflexiones efectuadas en la “Semana de la Memoria”, en la cual recordamos el pasado para que no nos vuelva a suceder: el golpe militar del 24 de marzo de 1976 que instauró la dictadura en la Argentina durante siete años de horror.
Editorial
Tercero sin fronteras: comenzó a caminar hace unos meses. En ese momento, la posibilidad de realizar una revista nos pareció una meta lejana, casi inalcanzable. Sin embargo, el esfuerzo común y la convicción con la que emprendimos el proyecto nos permitió dar el primer paso.
En consonancia con una de los primeros objetivos planteados, el primer número de la revista fue el fruto de un proceso de trabajo colectivo de indagación, análisis y escritura. Así como también nos posibilitó expresar las opiniones, expectativas y deseos compartidos. Otros de los objetivos fundantes de la revista consiste en pensar un espacio de diálogo, intercambio y reflexión con la comunidad educativa.
Desde luego que no fueron pocas las dificultades que tuvimos que enfrentar para continuar con la revista.
Sin embargo a pesar de los obstáculos logramos seguir adelante, uniéndonos y trabajando como grupo.
“Tercero sin fronteras sigue caminando. Ahora damos nuestro segundo paso”
Literatura ¿para todos?
Es cierto que no siempre valoramos lo que tenemos hasta que nos pasa algo que nos hace verlo, en el tiempo de la dictadura (1976-1983) no se podía leer libros que cada lector eligiera, sobre todo textos con ideas de izquierda. Muchos libros de escritores conocidos fueron prohibidos. A pesar de esto, algunos siguieron escribiendo secretamente y hubo otros que se fueron para poder escribir y publicar sus libros.
La mayoría de los libros que se prohibieron fueron de la literatura infantil ya que en ese tiempo se usaba a la literatura para chicos como una voz maternal que “respaldaba un paternalismo reglado desde afuera por los valores de óptica adulta” y no aceptaban las libertades de aquellos textos debido a que lo diferente o raro era peligroso, prohibido. También así hubo maestros que siguieron enseñando literatura a sus alumnos a pesar de lo prohibido, uno de ellos fue Paulino Guarido quien dijo: “¡Cómo me gustaría que alguno de esos pibes que ahora son padres leyeran esto! Solamente para que sepan que a pesar del miedo nosotros manteníamos nuestros ideales. Y que gracias a poder vencer algunos miedos hoy Bartolo se encuentra vivito y coleando.”*
Resumiendo quisiera señalar que estamos mejor, ahora podemos leer y expresarnos libremente, sin que nadie nos prohíba leer lo que nosotros queremos; por eso valoremos los libros que tenemos sino siempre vamos a lamentar de nunca haber valorado lo teníamos.
J. W.
*Nota: “Paulino Guarido es maestro y, actualmente, es el Secretario General de la Seccional La Matanza del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (SUTEBA). Su testimonio forma parte de la Propuesta Didáctica "Libros: Memoria con futuro", elaborada por Claudia Rodríguez Paoletti y publicada en la revista La Educación en nuestras manos N° 75 (Buenos Aires, SUTEBA, marzo de 2006).” Estos datos sobre el mencionado docente, así como las palabras citadas en el artículo fueron extraídas de http://www.imaginaria.com.ar/17/6/la-torre-de-cubos.htm.
El miedo a perder la literatura
Para nosotros es muy importante la libertad que brinda la democracia, porque permite tener libres pensamientos y actitudes ya sea leyendo un libro o informándote a través de la radio o televisión.
En la época de la dictadura cierta literatura no tenía lugar, sólo se podía leer la ficción que el estado permitía, pero hubo una a la que atacaron más: la literatura infantil.
Los militares no querían que los chicos leyeran ciertos textos porque los afectaría, decían que los cuentos como “La torre de cubos” de Laura Devetach no cumplían los requisitos de un cuento infantil de la época que debía formar al niño por encima de la estructura y arte de los textos literarios. Cuando se produjo el dictamen de prohibición* se acusó a dicho cuento de tener “graves falencias tales como simbología confusa, objetivos no adecuados al hecho estético, etc.” Les molestaba que en esta obra literaria apareciera la óptica del niño, sus deseos, sus críticas y su participación.
Incomodaba que los chicos tuvieran como deseo cambiar la realidad.
Por más que en el ’76 estuviera prohibido escribir, leer o hablar ciertos temas en los medios, no quiere decir que esto haya afectado el pensamiento literario.
Desde la postura de Beatriz Sarlo “todo lo relacionado a la literatura que había comenzado en la época no se interrumpió, sino que continuó con dificultad de conseguir estos textos en condiciones de persecución y clausura”.
V. G.
*Nota:
El Boletín N° 142 de julio de 1979 por el cual el Ministerio de la Provincia de Santa Fe prohibió el uso de La torre de cubos en las escuelas.

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