domingo, 7 de febrero de 2010

Gone, de Michael Grant




Hace un tiempo hallé la reseña de este libro en el blog El Cazador de libros de  Javier Ruescas, quien lo había leído en inglés, y me llamó mucho la atención porque otra vez salía al ruedo la ciencia ficción para jóvenes. Aún así, enterarme de su existencia me despertó más que un rezongo puesto que, como todos sabemos, las ediciones al español tardan bastante.
Así las cosas, y como es posible que no tengamos que esperar eternamente sino que quizá ya este año 2010 la novela sea por fin publicada en nuestro idioma, decidí hacer la crítica, pues la verdad es que ansío de mil amores poder ir a la librería y volver con la misma a casa.
Devoré Gone -el primer tomo de lo que va a ser una saga- en dos días… y debo decir que me pareció a-lu-ci-nan-te.
Si bien debo aclarar que para quien, como yo, haya leído Stephen King -el viejo y querido King, el de Los Tommyknockers, el de Desesperación, el de Posesión, el de Apocalipsis-, la novela de Grant le traeré muuuuuchos recuerdos. Claro que Grant escribe para jóvenes y King no es un autor “para jóvenes”, al menos no me parece que los chicos actuales lean King aún cuando muchos de ellos aman cualquier bazofia terrorífica que produzca el cine. Y lo digo respetuosamente, sin el más mínimo afán de menospreciar sus lecturas, aunque en cuanto a cine de terror tengamos serias discrepancias.
Ahora bien, Grant debe haber leído a Stephen, podría apostar lo que sea a que es así. Hay en el modo de construcción de la trama y en la trama misma un estilo heredero directo de nuestro querido autor de Maine.
¿De qué va la cosa?
De un tipo de historia que está entre mis debilidades (uno siempre tiene alguna), pues una cosa que adoro son los relatos post-apocalípticos, es decir, en los que sucede “algo” y sólo queda un grupo de humanos que deben sobrevivir cuando todo el resto ha desaparecido. Y este es uno de esos casos…
De buenas a primera en un día común de un pueblito americano todas aquellas personas que tienen desde 15 años en adelante desaparecen. Sí, tal cual, se desvanecen sin siquiera un plop ante la mirada anonadada -cuando no aterrada- de niños y adolescentes. Casas, oficinas, autos, escuelas, todo ha quedado abandonado.  Bebés, infantes y chicos de hasta 14 años esperan en el sitio en que se hallaban, vagan sin rumbo o lloran desesperados con la esperanza de que los adultos vuelvan. Y en el peor de los casos sobreviven a duras penas a algún terrible accidente, si es que lo logran.
Sam, Quinn y Astrid están en clases, y por simple cuestión de solidaridad, unen fuerzas y salen a comprobar -aún sabiendo la horrenda respuesta- si sus padres se hallan en algún lado. A ellos se suma luego Edilio quien es el único que reacciona para ayudarlos cuando un incendio atrapa una niña en un edificio. Juntos deciden buscar el hermanito autista de la chica, Pete, a quien -al principio- no hallan por ningún lado. Cuando van al lugar en que la mamá suele jugar tenis hacen un nuevo y horroroso descubrimiento: que el pueblo se halla atrapado dentro de lo que parece un campo de fuerza reflectante, el cual limita de manera indefinida tanto hacia el cielo como hacia lo profundo de la tierra y el mar no sólo el poblado, sino una gran extensión a su alrededor cuyo centro parece ser la planta nuclear que abastece de energía al lugar.
Pero esto no será lo único espeluznante que suceda, pronto notarán que muchos de ellos, incluso antes de que el evento sucediera, han empezado a desarrollar extrañas habilidades: telekinesis, fuerza extraordinaria, teletransportación, capacidad de generar luz o fuego, poder para sanar heridas y multiplicidad de otros “dones”. A lo que se sumarán mutaciones extraordinarias y más que inquietantes en los animales: coyotes maléficamente inteligentes que hablan una lengua un tanto elemental, serpientes aladas, gaviotas con garras de halcones. Y si de cadena de horrores se trata, a veces cuando las cosas parece que mejorarán lo que hacen realmente es empeorar: los acaudalados y extravagantes chicos de la academia privada que se halla fuera de la ciudad llegan en sus lujosos coches y lo que parecen generosas intenciones de organizarse cooperativamente y ayudarse mutuamente a cuidar de los más pequeños termina transformándose en una dictadura y luego una guerra.
Pronto descubrirá el lector que quizá todo tenga un sentido, que lo que sucede no es un accidente fortuito sino que una inteligencia maligna, poderosa y no humana está fraguando los eventos.
No sólo se podría encuadrar la novela en el género de la ciencia ficción, sino que bordea ampliamente el terror. El lector se entera como al pasar de que, décadas atrás aconteció un misterioso accidente: un meteorito impactó en una de las torres de la planta nuclear y dada la velocidad de la colisión y el calor generado por la fricción se dijo que el uranio contaminante había sido sepultado a kilómetros bajo tierra a la vez que aislado con cemento. En ese contexto, y tras el evento de las desapariciones, una niña llamada Lana sobrevive a un accidente y, más tarde, en el desierto halla en las profundidades insondables de una mina de oro abandonada, una extraña entidad a la que los coyotes  llaman la Oscuridad, por lo que el lector puede fácilmente conectar los puntos.
Y no me dejan de pasar por la mente eventos de los libros que mencionara de Stephen King: tanto Posesión como Desesperación involucran una antiquísima entidad maligna que es desenterrada de una mina, la misma produce mutaciones y extraños poderes en las personas, un niño autista es uno de los receptores de este ser que actúa a través de él, y hay animales que se vuelven malignos: lobos, coyotes, arañas. Imposible no establecer el paralelo con lo que sucede en Los Tommyknockers  cuando en el pueblito de Haven una mujer empieza a desenterrar una extraña nave en el bosque, lo que desencadenará una serie de eventos paranormales a la vez que el aislamiento del pueblo por un campo de fuerza; el primer hecho de la novela que me viene a la memoria es la desaparición de un niño que su hermano realiza accidentalmente al utilizar un juego para practicar magia. Y por supuesto que no queda afuera Apocalipsis, cuando la gripe elimina a la humanidad entera, y en cada pueblecito o gran ciudad sólo quedan unos pocos sobrevivientes que se van encontrando y uniendo las fuerzas en dos bandos claramente identificables.
Espero impaciente la publicación, ojalá que sea pronto, y quizá mi vaticinio de que están apareciendo buenísimas novelas de ciencia ficción para jóvenes no esté tan errada.
100% recomendada. Imperdible.

Sobre el autor:
Michael Grant es uno de los co-creadores y autores de la serie Animorphs. Criado en una familia de padre militar, asistió a diez escuelas en cinco estados, así como a tres instituciones en Francia. Confiesa que como adulto él se hizo escritor en parte porque “era uno de los pocos empleos que no le atarían a un lugar específico”.  Actualmente  vive en Irvine (California) con su esposa, Katherine Applegate (también co-escritora de la serie Animorphs y de la serie Eternia que ediciones B publicara en español hasta el libro 3), dos hijos y un montón de animales domésticos.

5 comentarios:

Javier Ruescas dijo...

Vaya casualidad!

Acabo de postear en mi blog mi último IMM que es, precisamente, de Gone y de Hunger. Como bien dices, leí el primero hace mucho, pero me apetecía tenerlo en formato libro, así que lo pedí y me llegó ayer ^^!

Me alegro de que te gustase :D :D!!

Javier

Gabriela Monzón dijo...

Qué coincidencia, realmente...
A mí me ha encantado el primer tomo y quedé ansiosa por seguir leyendo, ojalá pronto las editoriales arreglen su publicación en español.
Un gusto leerte
Un abrazo
Gaby

VonHellstaker dijo...

Pues me he encontrado su blog por pura casualidad pero como dice Borges salvo que nada es casualidad, salvo lo que llamamos azar es nuestra ignorancia de la compleja maquinaria de la casualidad y permitame agregar que me ha encantado su blog puesto que me considero un aficionado a la literatura.

Pasando a otro asunto (lo que me conducio hasta aquí) fue que se acerca el cumpleaños de una amiga y me encantaría darle un libro sobre vampiros (de preferencia que no sean demasiados conocidos como los de luna nueva y en español de preferentemente. Se que es mucho pedir pero considero que vos sabrá de muchos libros de estos y bueno sin mas que pedirle (en verdad se que es mucho), pero si tiene un instante para leer este comentario le agradeceré simplemente la leída del mismo puesto que me encanta esa amiga y puesto que no puedo obtener mas que su amistad no tengo otra alternativa que afrontar la realidad y conformarme con su amistad.

Y bueno creo que he excedido demasiado con este comentario, pero realmente me atrapo su forma de reseñar los libros.

Gabriela Monzón dijo...

¡¡Hola, VonHellstaker!!
No te has excedido, tu comentario es precioso y te estoy muy agradecida por la confianza y sinceridad.
Te he escrito un correo dándote algunas sugerencias sobre libros vampíricos... Igual luego podrás volver al blog y ver mis reseñas.
Toda la suerte y que esa amistad pueda evolucionar en algo más fuerte... Uno nunca sabe...
Mira... yo terminé casándome con mi mejor amigo, y en algún momento ambos hubiéramos dicho noooo, nada que ver...
Abrazos
Gabriela

Marina García dijo...

¡Fíjate que creo que no he leído nada como lo que nos cuentas! No me suelen llamar la atención los relatos apocalípticos pero me has picado la curiosidad :P ¡¡Saludos!!