martes, 19 de enero de 2010

Magia de una noche de verano, de Maite Carranza



Como habrán leído en la reseña anterior, descubrir a Maite Carranza y leer su trilogía de La guerra de las brujas fue para mí un muy buen comienzo. Sin embargo, en aquella ocasión no sólo me jugué con esos tres títulos, sino que cuando los comprara, adquirí a su vez Magia de una noche de verano, recién salido del horno, nuevecito nuevecito, al que no pude resistirme cuando leí en la contraportada que involucraba hadas del mundo mágico irlandés. Seducción celta, que le dicen…
Así las cosas, ni bien empecé a leer la novela -podría decirse que me di una sobredosis de Carranza- me sedujo el desparpajo del estilo con que está contada.
Difiere mucho de la anterior trilogía, realmente mucho, ¿por qué? sencillamente porque si en la anterior el dialecto de español peninsular se vislumbraba de a ratos, en esta novela lo invade todo. Y eso extrañamente en vez de restarle gracia hace que la novela sea deliciosa, sencillamente simpatiquísima, pues dota al lenguaje de una ligereza permanente dada por las expresiones coloquiales que los diversos puntos de vista de los personajes adolescentes van introduciendo a lo largo de la historia.
¿Y de qué va la historia? Pues de una embrolladísima trama de enredos y desenredos, que sin duda desde el título mismo -con su evidente intertexto- hace pensar en la comedia shakespeareana.
Marina, una adolescente insegura y bastante pesimista, debe suplantar a la bella Ángela -su hermana- en un viaje a Dublín, simular que sabe inglés, convencer al espectacular novio irlandés de la otra que es ella, y conducirse maravillosamente como lo haría aquella, cosa que le parece más que irrealizable. En el proceso se cruzará y verá enredada su existencia con una serie de personajes tan freakis como ella misma: un adicto a los juegos de computadora, una chiquilina metida y odiosa, una adolescente extraña y obsesiva, a los que se suma el hada Lilian, quien es la que la involucra en toda la farsa para -supuestamente- salvar a su pariente de un destino terrible. Sin saberlo será conducida de cabeza al mundo mágico de los Tuatha De Danann, en donde se espera que reemplace a la joven Ángela, sin sospechar que los seres mágicos son caprichosos, juguetones, tramposos, quisquillosos y hasta crueles, por lo que su destino puede no ser ese tan esplendoroso que le pintan.
Confesión: no paré de reírme de principio a fin, no sólo por el estilo audaz, ágil y coloquial que elige la autora para narrar, sino porque la historia es divertidísima, absolutamente hilarante. Se suceden continuamente equívocos y malentendidos; el manejo de la ironía, de la exageración y del humor negro son magníficos, y esto se enlaza con otra particularidad que es la alternancia de diversos puntos de vista de los distintos personajes lo que le da más vivacidad al relato.
La novela es preciosa, como dije... una absoluta delicia, por lo tanto… ¡de ninguna manera puede alguien perderse su lectura!

2 comentarios:

Marina García dijo...

Ese se va directo a la lista :P Me gusta el argumento y más aún cuando los personajes son un tanto frikis jeje. ¡Saludos, te descubrí hace poco y ya me uní a tu lista de seguidores!

Gabriela Monzón dijo...

Gracias, me alegra que te gustara mi blog y mi crítica,... sin duda vas a morir de risa con este libro, es precioso, los personajes son un conjunto inigualable, uno más singular que otro...
Besos
Gaby