viernes, 18 de septiembre de 2009

"Nuestro enemigo es el fracaso escolar..."

En una entrada que titula Plan Escuela 2.0 y el caballo de Troya, en su blog La Mirada Pedagógica, mi querido colega bloggero Boris Mir, elabora una serie de reflexiones contundentes, serias, despojadas de toda palabrería, en torno a un emprendimiento que habría de llevarse adelante en España y por el cual (sí, los argentinos, al menos, tienen permiso para reírse a carcajadas): En el curso escolar 2009/2010, se dotará de un portátil a 400.000 alumnos y 20.000 profesores, y se digitalizarán 14.400 aulas.”

Pero el quid de la cuestión no es ese, sino el otro, la incomodidad masiva que ha ocasionado la propuesta entre quienes realmente tienen dos dedos de frente, dado que el problema de la educación no se soluciona con la tecnología ofrecida a manos llenas.

Y aquí tomo las palabras de Boris, que me parecen fundamentales:

“Muchos docentes, habituales usuarios de las TIC de forma rica y eficaz, han cogido un cabreo monumental. […]

También hay quien se ha echado las manos a la cabeza por temas de otro orden: software propietario versus software libre, oligopolios editoriales versus materiales creados y compartidos por el profesorado, etc. Todo ello muy importante, aunque no fundamental. Francamente, nuestro enemigo es el fracaso escolar, no Microsoft, Santillana o Telefónica.”

“[…] partamos a construir el caballo de Troya: sepamos aprovechar esta oportunidad para dar sentido a esta descabellada situación introduciendo de una puñetera vez las pedagogías modernas, las humanistas y rogerianas, las pedagogías del proyecto, las pedagogías diferenciadas, las pedagogías activas (e interactivas!), […]... y todas sus extraordinarias herramientas didácticas!”

Yo reflexiono: ¡caramba!, qué genial este arranque exacerbado de Boris por aquello que venimos gritando en soledad algunos docentes al otro lado del gran charco. Me siento acompañada, me siento más cuerda que de costumbre, pues cuando una se la pasa librando batallas quijotescas porque los docentes puedan volver la mirada a lo pedagógico, a lo didáctico, a las experiencias áulicas para nutrirlas NO de “nuevos métodos” efectistas, sino de sentido común, de reflexión seria y fundamentada, de perspectivas más humanas y respetuosas de ser humano con el que trabajamos, …una termina pareciendo neurótica.

Gracias, Boris, decís tan bien lo que yo a veces no sé decir.

Gabriela

Aclaraciones: la negrita y el subrayado son míos en el primer párrafo, en el resto, se destaca como en el original. El uso de signo de exclamación al final es del original.

viernes, 11 de septiembre de 2009

La lectura... opiniones

Dos fragmentos que hablan de la lectura me han sorprendido por su fuerza y contundencia, los comparto con ustedes...

"Leer es como respirar. La vitalidad de la lectura es única. Empieza por el detenimiento y concentración que nos impone leer. Es como si tuviéramos que concentrar todas las fuerzas del cuerpo en la actividad, en realidad, en la entrega de ser otros. Es como si el cuerpo cediera toda su fuerza a la imaginación. Quien sigue leyendo, o sea, quien sigue empeñándose en imaginar otras vidas está doblando y hasta centuplicando la suya propia. La lectura se ofrece a todo el mundo como participación en una vida más grande. La lectura se sale del libro. Te da vida."

Agapito Maestre

“Somos lo que hemos leído. La ausencia o escasez de lectura es un camino seguro hacia la ignorancia, y aunque ésa puede ser una condena individual gravísima, lo es mucho más cuando deviene colectiva. Una sociedad que no lee, que no cuida sus libros y sus medios, que no cultiva su memoria y no alienta el desarrollo del conocimiento, es una sociedad culturalmente suicida”.

Mempo Giardinelli

martes, 8 de septiembre de 2009

Escritura virtual basura

Soy una defensora de la lectura elegida desde las propias inquietudes, necesidades, pasiones, intereses e historia personal. Defiendo el gusto lector propio y único, la indagación azarosa en el mundo de las palabras que nos va conformando como personas y lectores. He levantado la bandera de los derechos del lector reivindicando géneros a veces marginales de lo académico o lo prestigioso: el terror, la ciencia-ficción, el best-seller, la literatura juvenil, y tantos otros.

Sin embargo, últimamente, y sin contradecir esto, he desarrollado una fobia pertinaz hacia un género que no puedo menos que considerar palabrería barata.

Este halla su vehículo ideal en Internet, ya sea por medio del envío de correo electrónico, a veces como adjunto en los consabidos pps o incluso en páginas que pululan divulgando dichas producciones.

Se podrían caracterizar como una producción de nulo valor estético, llena de lugares comunes de tarjeta, redacción simplona y pedestre, en donde no queda claro el objetivo, mezcla de reflexión y consejo de autoayuda con alardes pretenciosos de lirismo. Generalmente estos textos se copian y se pegan hasta el infinito y así van modificándose, y en ocasiones en el peor modo: llenándose de incoherencias de redacción, errores de ortografía y olvidos de puntuación.

Y esto no es todo.

Este fenómeno se acompaña de otros: por lo general abunda el anonimato o la identidad confusa de los autores, cuando no se llega a la invención descabellada atribuyendo una autoría ficticia a ciertos escritores reconocidos, por ejemplo García Márquez o Neruda, pero basta un lector avezado para que con una sola mirada a los textos pueda concluir que la única posibilidad de dicha atribución es que los nombrados escritores hayan sufrido una lobotomía.

Creo que estas cuestiones se vinculan, sin lugar a dudas, con las posibilidades infinitas que los medios tecnológicos generan. Por un lado, la democratización de dos cuestiones vinculadas al manejo de la escritura: la edición y publicación instantánea que Internet brinda. Por otro, una especie de equiparación virtual en los discursos que la red divulga, se puede hallar un mensaje inconcluso, provisorio y escrito deficientemente junto a un texto científico de valor académico, un artículo periodístico junto a una receta de comida casera escrita informalmente, un poema clásico junto a un cuento con moraleja escrito por una maestra.

De lo que se trata pues es de entender que tener el acceso a la herramienta no nos convierte en escritores profesionales automáticamente, ni siquiera en escritores eficientes, adecuados, solventes, personales, hábiles. A lo que se suma el necesario desarrollo de competencias lectoras que nos habiliten la discriminación, la distinción, la diferenciación de los textos que nos llegan tan fácilmente. Que podamos escribir en una computadora y hasta publicar, no nos convierte a todos en Shakespeare, que un discurso circule en la red no lo hace automáticamente valioso, la escritura de basura virtual debe a esta altura del siglo XXI haber superado en volumen a la Literatura que ha escrito la humanidad desde hace 5000 años.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Dos novelas súper - recomendadas: “James Potter y la Maldición del Guardián” de George N. Lippert y “Los juegos del hambre” de Suzanne Collins

Nada más distinto que estos dos libros que paso a recomendar.

En el primero de los casos se trata del no siempre ponderado género de la fan-fiction, del que en otra ocasión me he declarado poco aficionada, y sin embargo debo -una y otra vez- reconocer (y sacarme el sombrero ante él) la calidad, la fuerza narrativa, el manejo excelente de la intriga, así como el respeto más delicado al mundo creado por Joanne Kathleen Rowling que demuestra el autor norteamericano George Norman Lippert, quien en este caso nos ofrece gratuitamente y con acceso total y absolutamente libre para quien desee leerlo, el segundo de los tomos dedicados al joven James Potter, hijo de Harry y Ginny, quien en su segundo año escolar en Hogwarts, no sólo asistirá acompañado por su hermano Albus que ingresa a primero, sino por su prima, la pequeña Rose, hija de Ron y Hermione.

No quiero parecer reiterativa, pero regresar a Hogwarts es uno de los sentimientos más entrañables, cálidos, emocionantes y poderosos que podemos vivenciar quienes amamos el mundo mágico. Y Lippert nos da lo que necesitamos, ansiamos nostálgicamente, añoramos tiernamente: aventura, intriga inteligente, una buena dosis de susto y eso otro que nunca faltó en Rowling: lealtad, desafíos tenebrosos, bondad de corazón, fuerza para lidiar con la tentación.

Decir que me encantó, aún cuando pueda tener una que otra pequeña debilidad, es poco. Merlín no me termina de agradar, a veces me incomodan esos magos americanos mágico-técnicos, y me quedé anonadada con dos muertes que Lippert se atreve a narrar, una dolorosa y otra sorprendente, pero… igual… lo súper-recomiendo.

En el segundo caso, y haciendo honor a la recomendación de mis amigas bloggeras de Literatura Youth Fantasy, fui de cabeza a buscar Los juegos del hambre luego de quedar encantada con la ciencia ficción de Scott Westerfeld y de Stephenie Meyer.

Y no me defraudaron, la novela es apasionante, fuerte y atrapante. La intriga se desarrolla en un futuro gobernado por el Capitolio, una especie de ciudad ideal que comanda los 12 distritos (que serían una especie de provincias), los que se hallan totalmente sometidos al poder. Entre ellos no hay comunicación y se diferencian por la producción de distintos materiales necesarios para que la élite capitolina viva cómodamente en el lujo mientras los distritos sufren miseria y trabajan en vano. Por si la postal no fuera suficientemente clara: una alambrada rodea cada distrito para evitar que los ciudadanos esclavizados y oprimidos escapen, a lo que se agregan los terribles y periódicos “juegos del hambre” para asegurar la obediencia.

Estos consisten en que toda persona mayor a once años se hace elegible para un reality-show extremo que debe ser seguido televisivamente y aplaudido por todo el pueblo, en el que se muestra a los jóvenes matarse mutuamente hasta que queda uno solo, quien como vencedor es homenajeado y premiado con riquezas.

La joven Katniss Everdeen, quien tiene una hermana de doce años, asiste horrorizada a la elección de esta como candidata para los juegos, por lo que desesperada se ofrece para reemplazarla, y así ingresa en la mortal competencia junto al hijo del panadero de su distrito, el joven Peeta Mellark, y juntos deberán enfrentarse a otras once parejas. La adolescente no en vano ha estado cazando desde su niñez con su padre, luego sola, y más tarde en compañía de su amigo Gale, lo cual termina por darle ventajas inesperadas ante la fiereza y fuerza de otros chicos que no sólo se preparan para los juegos sino que no dudan en matar para ganarlos.

La lucha por la supervivencia es horrorosa, pero no es el único horror que Katniss debe vivir, sino que es testigo de una sociedad absurda, superficial, vanidosa, interesada por la riqueza, la destrucción ajena, la apariencia. Las diferencias entre los que tienen y los que no, entre los que han nacido en lugar afortunado y los que tuvieron la mala suerte de nacer en un distrito pobre, son abismales. Y Katniss desea sobrevivir pero no se resigna a luchar por lo que cree que es bueno.

La novela es imperdible, es imposible soltarla hasta llegar a la última página… y me quedo con deseos de más, que espero llegue pronto en forma de continuación.

Sobre la autora:

Suzanne Collins es una escritora estadounidense cuya carrera se ha orientado principalmente al público infantil y juvenil. En 1991, comenzó a escribir programas de televisión para niños: ha trabajado para varios shows de Nickelodeon. Más adelante, se entusiasmó por la idea de escribir libros para niños. Su personaje Gregor, un niño de once años, protagoniza las Crónicas de las Tierras Bajas (algunos de cuyos libros han sido traducidos al español).

Recomiendo una entrevista que le realizaron a la escritora y se halla posteada en el Blog Libro joven

ACLARACIÓN DE MALENTENDIDOS:

Los libros de James Potter escritos por George Norman Lippert NO SE COMERCIALIZAN, NO tienen edición en papel que pueda adquirirse en ningún lado. Sólo se puede acceder a ellos a través de la web del autor quien posibilita que se descarguen en varios idiomas de modo gratuito, téngase en cuenta que es inviable su comercialización sin pagar derechos de autor a Rowling, y en realidad los mismos constituyen sólo un juego imaginativo de alguien que ama los libros de la escocesa.

Hacer click en las imágenes si se quiere visitar el mencionado sitio.