lunes, 2 de marzo de 2009

“El conde Karlstein” de Philip Pullman

El marco de los hechos de esta novela se ubica en 1816, en un pueblito suizo llamado Karlstein, el cual se halla junto al castillo del mismo nombre. En este contexto -de carruajes, gobernantas, enormes habitaciones heladas, pabellones de caza- se dan las tribulaciones de una jovencita -hija de la dueña del mesón del pueblo- la cual entra en el servicio del castillo, y conoce allí a dos niñas inglesas sobrinas del conde quienes -para más dato preciso- entretienen su tedio leyendo Los misterios de Udolfo de Ann Radcliffe o Zastrozzi de Percy Shelley.

Los protagonistas jóvenes de esta historia son Hildi Kelmar y su hermano Peter que viven en un pueblito de Suiza cerca del castillo del Conde Karlstein. Hildi tiene quince años y trabaja allí, y así es como se entera que las pequeñas Charlotte y Lucy, sobrinas inglesas del actual conde corren peligro mortal.

Hildi es decidida y temeraria, y asume la misión de salvar a las niñas del malvado plan del tío. Este tiene un pacto con el diablo y se las ofrecerá para quedarse con la fortuna, ya que en realidad no es el legítimo heredero y teme ser descubierto. Por supuesto que sólo una joven con la viva imaginación de Hildi y dos chiquilinas ingenuas y fantasiosas parecen ser las únicas candidatas a creer en Zamiel, el Príncipe de las Montañas, el Cazador Diabólico que recorre la zona en busca de víctimas el Día de Todos los Santos. Sin embargo alguien más creerá en ello: Peter, el hermano un poco descocado de Hildi, quien ha escapado de un arresto por cazador furtivo, y cuyas habilidades los terminarán favoreciendo en última instancia. El joven es un poco tarambana e irresponsable, pero accederá a ayudar a su hermana y se jugará la vida en ello; este camino lo llevará a crecer y posteriormente a aspirar al puesto de guardabosques que tanto desea.

Los adultos forman un grupo heterogéneo: la mamá de Hildi, atareada dueña del mesón del pueblo “El alegre cazador”, que intenta educa a sus hijos para que sean responsables pero no siempre lo logra; Frau Muller, la odiosa, estricta y mandona ama de llaves del castillo; Miss Augusta Davenport, la maestra inglesa de las niñas, una mujer totalmente adelantada para la época, estudiosa, independiente y aventurera; el cuerpo de policía bastante torpe y ridículo comandado por el sargento Josef Snitsch; un par de pillos que dan espectáculos ambulantes pero que en realidad se especializan en timar a la gente por lo que la ley los viene persiguiendo: el doctor Cadaverezzi/Brillanttini/Rolipolio -según cómo se lo haya conocido- y su ayudante Max – quien queda prendado de la joven Eliza, doncella de Miss Davenport.

Merece renglón aparte el malvado Conde Karlstein, quien no sólo se ha apropiado de una fortuna y título que no le pertenecen; sino que por sus negociados con el Señor Oscuro querrá entregar en su lugar a unas inocentes niñas con lo que muestra el punto máximo de crueldad y cobardía. Y por otra parte, Zamiel -el Cazador Diabólico- se presenta inexorable pero extrañamente noble ya que, si bien cobra la deuda que desde hace diez años el Conde ha contraído con él, tiene un gesto respetuoso hacia Peter quien es un cazador libre.

El conde Karlstein es ocurrente, imita en el estilo la formalidad y cierta rimbombancia de un relato del siglo XIX, pero todo el tiempo lo transgrede. Está perfectamente narrado e incorpora distintas voces de personajes que dan su versión de parte de la historia proveyendo al relato de su personalidad. Entre estas aparecen: Charlote y Lucy -las niñas inglesas que leen Ann Radcliffe- las que en su narración simulan ser una heroína de novela. El humor tiene que ver además con que varios personajes son muy afectados queriendo representar dignamente a su estereotipo pero son torpes y ridículos, y aunque intentan mantener la compostura resultan graciosísimos.

(Se ofrecieron datos del autor en el artículo Pullman, Philip Trilogía La materia oscura)

Gabriela Monzón

Extraído con leves adaptaciones de “¡Alohomora! …O de las puertas que abrió Rowling”, Trabajo Final para obtención del Postítulo de Actualización Académica en Literatura para Niños, Instituto “Almirante Guillermo Brown”, Santa Fe, 2006

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