miércoles, 30 de diciembre de 2009

Top 10 de mis lecturas 2009 de literatura juvenil

1-Saga Distritos, I: Los juegos del hambre, de Suzanne Collins

2-Vampiros de Morganville (¡toda la saga! 1 al 7), de Rachel Caine

3-Marcada, de Kristin y P. C. Cast

4-Traición, de Scott Westerfeld

5-Cazadores de sombras I: Ciudad de huesos, de Cassandra Clare

6-Saga Distritos, II: En llamas, de Suzanne Collins

7-Entre luz y tinieblas, de Laura Withcomb

8-Hush, hush, de Becca Fitzpatrick

9-James Potter y la maldición del guardián, de George Norman Lippert

10-Corazón de piedra, de Charlie Fletcher

Mis deseos para el 2010...

lunes, 28 de diciembre de 2009

La literatura juvenil de género fantástico romántico me sigue atrapando: Evermore de Alyson Nöel y Alas de Aprilynne Pike

Como prometí, las reseñas de mis lecturas salen como pan caliente del horno en estos días de vacaciones…

Y aunque no son libros accesibles en Argentina aún (lo que no deja de ser un papelón histórico, como de costumbre) siempre hay modos de llegar a ellos para que nos dejemos seducir por este género que se ha hecho tan popular. Seres inmortales de todo tipo: ángeles caídos, hadas, hombres lobos, vampiros, y la lista sigue y sigue, han acaparado a las musas creativas de toda una nueva legión de escritoras (pues hay que decirlo: abundan las mujeres), y han sacudido el mercado donde la ficción romántica para adultos tenía preeminencia.

Bienvenidas sean estas novelas que conjugan los clásicos personajes sobrenaturales del género fantástico en un nuevo cóctel, que a los habituales ingredientes de aventura, drama y misterio suma el romance bastante suave, del que nuestra estimada Stephenie se convirtió en maestra.

Ya lo he dicho en otros lugares, me parece sumamente bienhechora esta vaharada de aire fresco, pues en una sociedad en que la promiscuidad y la pornografía están a la orden del día, y pululan hasta el hastío, un regreso al romanticismo tierno pero no cursi, con personajes femeninos fuertes, sólidos independientes y hombres de corazón sensible ¡tiene mi voto a favor!

Así las cosas, debo referirme a las novelas que una vez llegadas a mis manos pasaron como un huracán, pues no pude soltarlas hasta darles fin, una vez hincado el diente.

Evermore de Alyson Nöel es el primer tomo de la serie Los Inmortales, y aunque le había echado el ojo hace un montón de tiempo, recién me fue posible acceder a este, en estos días finales del 2009. Y no me desilusionó, menos mal, luego de tanto calvario por llegar a conseguirlo.

En la historia en cuestión una adolescente llamada Ever intenta pasar lo más desapercibida posible, dado que un trágico accidente no sólo se llevara a sus padres y hermanita de doce años, sino que dejara como secuela una serie de “dones” que en verdad para ella constituyen una terrible carga. La chica es capaz de escuchar los pensamientos de quienes se hallan junto a ella, saber infinita cantidad de cosas de una persona con un solo roce y ver todo el tiempo las energías y auras de quienes la rodean. Lo que para otros podría ser una ventaja, es para ella una tortura que le impide ser quien era: una muchacha normal, alegre y llena de vida, pero que además considera un castigo pues se siente culpable de haber sobrevivido en tanto que su familia entera falleciera.

A todo ello se suma que -desde que el hecho ocurriera- el fantasma de su hermana Riley se le aparece todo el tiempo, pero no como una desvaída e incorpórea imagen sino una niña que se materializa e interactúa con ella como si siguiera en este mundo, aún cuando nadie más es capaz de verla. Ever vive en la ciudad de Los Ángeles, en casa de su tía, hermana gemela de su padre, quien no sólo se halla en una buena posición económica sino que intenta que la muchachita se sienta los más cómoda posible, rodeándola de bienestar y satisfaciendo sus necesidades lujosamente. Sin embargo, la amargura y angustia en la que vive no le permiten disfrutar de nada de ello. Sus únicos amigos son una adolescente gótica llamada Haven y Miles un chico divertido abiertamente gay, junto a quienes conforman el trío de fenómenos de la escuela.

En este contexto, en el que vive aislada bajo una capucha, tras los lentes y el con i-pod a todo volumen, irrumpe un joven misterioso y francamente seductor al que está determinada a ignorar: Damen Auguste. Sin embargo, su actitud no es fácilmente olvidable dado que extrañamente cuando este le habla y la toca todo lo que la rodea se silencia de modo mágico. Sin embargo, nada es lo que parece y se iniciará desde ese momento, no sólo una tempestuosa relación con el misterioso muchacho sino que se verá enfrentada a la disyuntiva de eliminar lo sobrenatural de su vida y volver a ser quien era pero a costa de perder a quien descubre como su amor eterno, en el sentido más estricto de la palabra.

Fragmento memorable y que me mata de gusto:

“–Vampiro, inmortal, es igual, –digo, meneando la cabeza y bufando, pensando cuán ridículo es discutir por el rótulo.

–Ah, pero es un rótulo por el que sí vale discutir, ya que hay una gran diferencia. Verás, los vampiros son ficción, criaturas inventadas que existen sólo en los libros, y películas, y en tu caso, en la imaginación. – Sonríe. –Mientras que yo soy un inmortal.”

Opinión breve: súper recomendada. Me parece una historia bellísima, se arriesga en terrenos bastante cenagosos como son la culpa, el dolor por pérdidas fuertes, la amargura, las propias elecciones, el dolor, y sale muy bien parada. Cuenta una historia de amores y odios eternos y una tragedia que se reitera a lo largo de los tiempos, lo que no deja de ser dulce y triste a la vez, por lo que creo que conquistará cualquier corazón sensible. Tiene aún con un tono un tanto melancólico, sus momentos de humor, como el de la perlita que les he regalado renglones atrás. Igualmente antes de embarcarme en los tomos dos y tres, me tomé un respiro para no seguir sufriendo.

Sobre la autora:

Alyson Noël nació en el condado de Orange, California. Cuando terminó el instituto, su curiosidad la llevó a viajar por Europa. Decidió instalarse durante un tiempo en Mykonos, Grecia, hasta que, años más tarde, volvió a Estados Unidos. Mientras vivía en Manhattan, comenzó a trabajar como azafata de vuelo. Actualmente reside en California junto a su marido y está plenamente dedicada a la escritura. Es autora de siete novelas entre las que se cuenta Saving Zoë, finalista en 2008 del National Reader's Choice Awards y nominada para los CYBIL Awards.

Alas de Aprilynne Pike es la primera novela de esta autora norteamericana, en la cual no sólo nos es posible encontrar una historia romántica y sobrenatural (en este caso ligada al mundo feérico), sino una muy original trama que se sale de los cánones habituales de los relatos “de hadas” que venía leyendo y ponderando: El tributo de la Corte Oscura de Holly Black o Encanto fatal de Marissa Marr.

¿Por qué? Porque aun cuando pertenecen a géneros realmente distintos se me ocurre que el personaje de Alas, la joven Laurel, tiene algo de la joven Katsa de la novela Graceling de Kristin Cashore. Y la coincidencia está en su ingenuidad, así como en el punto de vista desde el que se narra la trama en la que el personaje va descubriendo -al mismo tiempo que el lector- tanto su identidad como los hechos misteriosos de su existencia. A su vez, esa misma perspectiva inocente es la que se observa en la evolución de su vínculo con quien se convertirá en su mejor amigo, David.

Laurel Sewell ha sido educada por su madre en su hogar, sin embargo llegada a la secundaria, sus padres no sólo deciden mudarse a otra ciudad desde Orik -el pequeñísimo pueblo en el que vivían-, sino enviarla a la escuela de Crescent City, sitio en el que inauguran una librería, proyecto que venían postergando durante numerosos años.

La chica, se siente extraña por obvios motivos, pero además sus costumbres empiezan a notarse francamente diferentes de las de los otros jóvenes: es vegetariana, ama estar al aire libre, y no sufre el frío como el resto de las personas; todo lo cual no deja de ser medianamente normal en tanto ha sido criada por unos progenitores que fueran hippies en su juventud. Sin embargo, no se siente rechazada, sino que prontamente entabla amistad con David, un chico francamente adorable y su grupo de amigos, que la tratan con cortesía, en especial Chelsea. David y Laurel se vuelven inseparables, y no sólo empiezan a estudiar juntos sino a compartir intensamente su tiempo libre, lo cual es el vínculo ideal que le posibilitará confiar en él cuando empieza a crecer en su espalda un raro bulto que termina semejando una exótica flor.

Este hecho insólito se suma al encuentro misterioso que le sucede cuando ocasionalmente regresa a su antiguo hogar y se interna en el bosque que se extiende desde el fondo de la propiedad: un muchacho llamado Tamani, que le resulta intrigante e irresistible, el cual demuestra saber su secreto y le comunica como si fuera lo más normal del mundo que ella es un hada. Desde ese momento se desencadenarán una serie de sucesos que aun cuando parecen ajenos entre sí, se verá luego, están estrechamente encadenados: el descubrimiento de pruebas científicas por parte de David que demostrarían su mítica identidad, la repentina enfermedad de su padre, la insistencia del desagradable señor Barnes en comprar la tierra de los Sewell en Orik, la desesperada súplica de Tamani de que convenza a sus padres de no vender.

La disyuntiva sentimental de Laurel entre su dulce y sólida relación con David y el vínculo poderoso que la atrae hacia Tamani enraizado en su olvidado pasado, me recuerda la de la joven Victoria en Memorias de Idhún de Laura Gallego García, quien siente su corazón dividido entre el amor que siente por Jack (seguro, dulce, fiel, tranquilo) y la inexplicable e intensa atracción que siente por Kirtash (enigmático e irresistible).

Lo cierto es que no me quedan dudas de que vale la pena agenciarse de esta novela, es entretenida, sorprendente, simpática, tierna, y nos deja deseando saber más, no sólo sobre la batalla que se libra en el mundo de las hadas, sino del pasado y futuro de la joven Laurel.

Sobre la autora:

Aprilynne Pike ha contado historias desde que era una niña con una imaginación hiper-activa. Nacida en Salt Lake City, Utah, creció en Phoenix, Arizona hasta que de adolescente se mudó con su familia a Driggs, Idaho. A la edad de 20 años obtuvo un título en Escritura Creativa en el Lewis-Clark State College de Lewiston. Después de varios meses de revisiones, Wings (Alas), su novela debut, fue lanzada un par de semanas después de que su esposo se graduara en la escuela de leyes. Debutó en la lista de best-sellers del New York Times y llegó al puesto N° 1. Entre el torbellino del tour por la edición de su primer libro, y la edición de la secuela, Aprilynne se mudó con su marido y sus tres hijos, de nuevo a la calidez y la familiaridad de Arizona, donde sus aventuras continúan a buen ritmo. Cuando no está escribiendo, se la puede encontrar en el gimnasio, si bien también le gusta cantar, actuar, leer, y trabajar con madres embarazadas como educadora de parto.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Primera lectura de vacaciones… Hush, Hush de Becca Fitzpatrick

Si mis dos primeros días de vacaciones anticipan lo que se viene, ya no me van a extrañar y no van a pedir tan ansiosamente reseñas… ¡porque en un día y medio devoré mi primera lectura del receso!, que por cierto me pareció espectacular, eso sí… sólo para románticas/os.

Debo reconocer que andando los caminos de la web hallé la primera novela de esta autora norteamericana, y desde que ví la portada y leí el resumen del argumento me llamó la atención. Increíblemente, diría yo, ya que si de personajes sobrenaturales se trata, los ángeles no son precisamente de mis favoritos, será quizá porque la carga religiosa que conllevan me da urticaria, o porque detesto la empalagosa moda new age que adoptó los angelitos como mascotas cursis y banales…

En resumidas cuentas, aún cuando estuviera interesada, no iba bien encaminada la cosa si de ángeles se trataba, ¿entonces?... si de ángeles rebeldes expulsados del paraíso hablamos, eh ¡ya me empezó a gustar!

Así las cosas, una vez iniciada la novela no hice otra labor que no sea pasar de un lugar a otro de la casa para no estorbar y a regañadientes dejarla cuando ya no había otra solución y debía atender otros quehaceres, los que liquidé en todo momento rápidamente pues debía volver a la joven Nora Grey y al misterioso, seductor y magnífico compañero de banco en clase de Biología.

Resumiendo: adolescente de 16 años, vive con su madre en una granja un poco alejada del centro de la ciudad, como su progenitora pasa mucho tiempo fuera por motivos laborales, la chica queda al cuidado diurno de una señora alemana que se ocupa de las tareas hogareñas, sin embargo las noches suelen ser un tanto aterradoras en el lugar donde vive inundado de niebla. Para empeorar las cosas la muchacha cree sentir una presencia que la vigila, por lo que se convence a sí misma -quizá para aliviar la inquietud- que podría ser su padre, asesinado al azar un año atrás. Aunque habitualmente se sienta en clases con su mejor amiga y absoluta compinche: Vee, un día el profesor de Biología tiene la brillante idea de cambiarlos de banco y sitúa junto a ella al joven “transferido”, que no sólo resulta total y absolutamente atractivo y misterioso, sino que es tan seguro de sí mismo que desarma todas y cada unas de los desplantes que Nora trama en su contra como si le leyera el pensamiento.

Se inicia así un interminable juego de seducción que en gran medida me recordó al que Bella y Edward protagonizan en Crepúsculo, al punto que Nora no sabe si quiere abofetear a Pacht, como dice llamarse su compañero, o saltarle encima y comérselo a besos.

Hay incluso en la progresión de la trama otros datos e indicios interesantes y coincidentes con las novelas de Meyer: Patch le advierte que no quiere saber en verdad de su pasado, que no es bueno para ella, Nora empieza a percibir que el chico no es una persona normal, incluso que aún cuando le parece absurdo siente que él le ha hablado en su cabeza, y cuando por ayudar a su amiga queda sola y desvalida a punto de ser asesinada en la ciudad vecina ¡él es quien la rescata! Nora siente que aunque pudiera ser peligroso no puede alejarse de Patch y otra vez recordamos la inexorabilidad del amor de Crepúsculo.

Sin duda que muchas son las diferencias pero también aparecen el combate contra la propia naturaleza sobrenatural por amor a una humana, así como el renunciamiento, el sacrificio, la generosidad de darlo todo por el otro.

Una frase que creo resume esto y me derritió el corazón: “No voy a matarte, Nora. No mato a las personas que son importantes para mí. Y tú encabezas la lista.”

La verdad es que me apasionó la historia, me encantaron los personajes que están bien hechitos, la trama es intrigante y despista ya que en el proceso el lector no sabe muy bien de quién sospechar, y va cambiando de parecer y dudando como la protagonista.

Sobre al autora:

Becca Fitzpatrick creció leyendo las historias de Nancy Drew y Trixie Belden (personajes literarios de niñas investigadoras que corren innumerables aventuras), alumbrándose con una linterna bajo las frazadas para no ser descubierta mientras el resto dormía. Soñaba con convertirse en espía, sexy y peligrosa, pero cuando creció cambió de idea. Se graduó en la universidad con un título vinculado a la salud, pero prontamente abandonó esto ya que descubrió que es mucho más placentero contar historias, lo que puede ser emocionante, atractivo y peligroso. Cuando no escribe, sale a correr, compra zapatos o ve dramas policiales por TV. Hush, hush tendrá una continuación que se titulará Crescendo.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Cinco al hilo... Mini-reseñas de múltiples lecturas que adeudaba

La sociedad de la Sangre, Susan Hubbard

Debo expresar mi absoluto asombro de hallar en las librerías de Argentina este libro que sin pena ni gloria apareció de repente entre las novelas juveniles de vampiros. Sin embargo aunque el título es bien obvio, la trama no lo es tanto pues contrariamente a lo que estuviéramos esperando luego de nuestra amada saga Crepúsculo o la muy querida Medianoche de Claudia Gray, las deslenguadas Marcada y Traicionada de las Cast, o incluso las bastante menos talentosas Crónicas vampíricas de L. J. Smith, esta novela no es un drama romántico.

La misma narra las peripecias de una niña solitaria, extremadamente inteligente y madura, que vive aislada del mundo junto a un padre misterioso, sabio y excéntrico al que idolatra. No obstante el lector empieza a sospechar pronto -y bastante avisado por el título- que en cualquier lugar se cuecen habas y que esta familia si vampiresca parece, vampiresca es. Así las cosas, crimen macabro de por medio, sospechas varias, investigación incluida, se va develando la historia y nos hallamos a una jovencita que no quiere más que una vida normal y termina huyendo en busca de su madre, pero con el pesado karma de haber heredado las tendencias paternas y tener uno que otro acceso por beber sangre humana.

Bien contada, intrigante, tal vez un poco lenta ya que el lector va mucho más rápido en las conclusiones que la protagonista, y a veces sufre intensos deseos de que esta se avispe más velozmente, pero aún así no deja de ser muy interesante el relato desde su punto de vista. Me encantó, pero sobre todo me sorprendió, y eso, es mucho decir hoy en día.

Sobre la autora:

Susan Hubbard es autora de dos prestigiosos libros de relatos, Walking on Ice y Blue Money, por el que obtuvo el premio Kafka Janet Heidinger. Imparte clases en la universidad de Florida Central y reside alternativamente en Orlando y Cabo Cañaveral.

Raven, Allison Van Diepen

Me llamó poderosamente la atención esta novela con sólo ver la portada, ya que esa espalda femenina tatuada con un cuervo me pareció extremadamente sugerente. Sin embargo, más allá de la tapa que respeta un estilo bastante en boga entre las novelas juveniles románticas sobrenaturales, y aunque la traducción que circula en la red es bastante deficiente, la historia es atrapante e interesante en sí misma.

Y aunque de baile callejero no entiendo nada y la trama abunda en descripciones de este, a raíz de que los protagonistas son unos jóvenes que compiten con otros en una disco, y esta es la tarea a la que dedican gran parte de su tiempo, el hilo de la misma es claramente discernible. Una jovencita cuya familia se halla conflictuada por la extrema adicción a las drogas de su hermano mayor, sobrevive en su mundo apoyándose en sus compañeros de escuela y baile. En particular en el chico al que ama en secreto y que sospecha le corresponde, aún cuando no sean más que mejores amigos. Sin embargo, una noche en que sale del club nocturno donde trabaja es atacada por un malviviente y al ser defendida por su amigo descubre que en realidad este pertenece a una especie de seres sobrenaturales, entre los que se halla su mismísimo jefe, el dueño de la disco y algunos de sus amigos bailarines.

No sólo se complicará la trama amorosa sino que la joven Nic -Raven- deberá realizar duras elecciones que la afectarán a ella y a su familia.

Si bien por momentos la trama es una pizca complicada y la explicación que se da en torno a la existencia de estos seres inmortales no es del todo verosímil y un tanto rebuscada, atrapa, se deja leer rápidamente y enternece la historia de amor, que tendrá al final una vuelta de tuerca interesante.

Sobre la autora:

Allison Van Diepen es autora de novelas para adolescentes y también profesora de secundario en Ottawa, Canadá, por lo que escribe los feriados, fines de semana y vacaciones de verano.

Ha sido escritora más de la mitad de su vida, y recuerda que ya de niña gustaba de contar historias.

Ser docente en Brooklyn, Nueva York, la inspiró a escribir, y allí realizó sus novelas Street Pharm y Snitch.

Prendiendo fuego, Suzanne Collins (2da parte de Los juegos del hambre, Saga Distritos)

Si he dicho que “Los juegos de hambre”, primera parte de esta saga, era maravillosa, me reitero, esta segunda parte no me dejó en los más mínimo insatisfecha, sino todo lo contrario… ansiosa de seguir leyendo.

Si uno esperaba que luego de la primera novela Suzanne Collins podría bajar los decibeles de la aventura, nada nos ha preparado para la segunda parte en donde vemos nuevamente a nuestros queridos personajes enfrentando unos nuevos juegos que los harán luchar por su vida.

Nada será como antes, desde que Katniss y Peeta ganaran la competencia anterior, los distritos han empezado a rebelarse, se finge que todo está bien, se simula una charada grotesca pero han sucedido rebeliones y medidas extremas para contenerlas. Katniss se verá amenazada en persona por el Presidente y deberá agachar la cabeza ya que sus seres queridos peligran, pero es mucho lo que no se sabe ¿será verdad que el distrito 13 vive aún, que no ha sido vencido, que el Capitolio miente, que hay un lugar de libertad más allá de los bosques, sin alambradas electrificadas, un lugar donde la tecnología ha seguido avanzando y donde se trama la rebelión? Parecen sólo delirios de los oprimidos…

La novela es apasionante, una sucesión de hechos que no nos dan respiro por lo que vivimos a pleno las emociones de los jóvenes protagonistas y como Katniss sentimos el corazón dividido.

Preciosa, tan buena como la primera parte.

Tinta peligrosa, Melissa Marr

Esperaba con ansias este libro, puesto que Encanto fatal fue para mí una experiencia fuerte, casi casi al borde de lo que fue Crepúsculo (ya que, como todos saben, amo incondicionalmente las novelas de Meyer, desde que la primera cayera en mis manos en el 2006). Y la mencionada novela de Marr me había parecido realmente deliciosa, a lo que se suma que me introdujo al género de las faerie novels junto con las preciosa trilogía de la Corte Oscura de Holly Black. Ambas poseen ese encanto dolorosamente bello, entre hermoso y melancólico, que es tan habitual en las historias de los atractivos seres élficos, inmortales pero extrañamente desolados.

No obstante, la primera historia, me sigue pareciendo insuperable, en este caso los personajes que tan bien conocemos, nuestra querida Aislin y el incondicional, tierno y exóticamente humano Seth, tienen una aparición menor, en tanto que una compañera de escuela de la reina de la corte de la luz, Leslie, será la protagonista.

Una historia de amor y dominación, de libertad y dependencia, de adicción y generosidad. Plagada de seres sobrenaturales a los que no puede menos que amarse, así como de otros a los que uno no termina decidiéndose a odiar, puesto que aún siendo eternos, magníficos son increíblemente frágiles, sensibles y profundamente humanos aunque no lo deseen.

Me gustó mucho, aunque me resultó un poquitín triste.

Muérdeme, Parker Blue

Creo que si la joven protagonista no dijera casi como un contrapunto irónico a nuestros pensamientos “No, no soy Buffy, la cazavampiros”, uno no haría la permanente comparación, y mal que le pese a Val Shapiro, tampoco accedería a que sí, es bien parecida a Buffy, la colegiala mata-colmilludos.

La chica es bonita y rebelde, tiene problemas en casa al punto de que para proteger a su hermanita menor los padres la echan y debe apañárselas sola. ¿Motivo? Como se dedica a patear traseros vampiros puede ser una mala influencia para la jovencita que se halla en plena adolescencia. ¿Origen de todo este embrollo? La mamá fue seducida por un demonio, por lo que la muchacha heredó la mitad de los genes de él, y esa mitad súcubo se despierta en la adolescencia, y antes de que salga a seducir muchachos a los que dejará secos como una rama seca, es preferible que alimente al demonio interior con el gasto excesivo de energía de una buena pelea.

Así las cosas, la novela es liviana y nada pretenciosa, y sumará a la chica guerrera, el policía atractivo de turno que pertenece a la unidad de crímenes especiales, así como a su amorosa hermana que se ofrece a compartir el alquiler con la joven sin hogar. Plagada de humor a veces un tanto obvio, de a ratos previsible pero entretenida, se destaca en este aspecto sobre todo por el compañero perruno que Val halla en la calle -Fang, sí, como el perro de Hagrid- y con quien comparten los pensamientos, puesto que no se trata de un can común y corriente sino de un medio demonio como ella.

Entretenimiento sin compromiso, asegurado.

Sobre la autora:

Parker Blue (quien se presenta en su página con ese dibujo y no hallo fotos en la web) vive en Colorado Springs con su perro, ama cosas como: el color rojo, las cosas brillantes, los perros (que aman incondicionalmente y son un gran alivio para el estrés), los números (ama las Matemáticas), el chocolate, las montañas de Colorado, la Coca Diet, leer y escribir.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Pronto nuevas reseñas, por ahora nuevas lecturas a la lista...

Por supuesto que un viaje a Buenos Aires por más breve que sea supone una búsqueda desenfrenada de títulos nuevos, al menos de esos que no consigo fácilmente en mi provincia, y siempre cosecho algo, en este ocasión: la Trilogía La guerra de las brujas de Maite Carranza: El Clan de la loba, El desierto de hielo y La maldición de Odi; Magia de una noche de verano, también de Maite Carranza; El libro negro de los secretos de F. E. Higgins; Caída libre de Rodderick Gordon y Brian Williams (de la serie Túneles), y un hallazgo desconocido: El club de las 7 gatas de Leona Andrea. Ni bien devore tan atractivo manjar les cuento... A lo anterior se suman unas adquisiciones más (dos de ellas ya leídas y releídas) que hice en Paraná y en Santa Fe (cuando fui al cine a ver Luna Nueva): Adicción de Claudia Gray (esperadísimo), Luna Nueva de Stephenie Meyer (con solapa alusiva de la peli y que reemplaza el que me fue hurtado vilmente en la escuela), y El Libro oficial de la película Luna Nueva por Mark Cota Vaz (en proceso de lectura actualmente)

sábado, 12 de diciembre de 2009

Regreso con nuevo título

Queridos amiglos bloggeros: Yo también los he extrañado, y a mi pequeño monstruoso blog... No sólo he estado ocupada con el fin de curso escolar, sino también con mi función de alumna. El día de ayer, viernes 11 de diciembre, he culminado a través del coloquio presencial, en la sede de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Ayacucho 555), el Posgrado que responde al título de Diplomado Superior en Ciencias Sociales con mención en Lectura, escritura y educación. Imagínense mis nervios y mi alegría, y el orgullo que me dio que mi tutora me comunicara que el proceso que desarrollé durante un año de aprendizajes había sido evaluado con un 10 (diez).