miércoles, 16 de mayo de 2007

¿Cuánto tiempo más nos puede llevar...?

Hay ocasiones en que me pregunto… ¿cuánto tiempo más nos puede llevar producir cambios significativos en las experiencias áulicas vinculadas a la enseñanza y el aprendizaje de la lengua?
Ya llevo quince años percibiendo a mi alrededor tan escasas revisiones, tan arraigados y fosilizadas prácticas, tan acendrada negativa a modificar/cuestionar/poner en duda contenidos que tal vez están más cerca de la gramática de Nebrija (1492) que de las tendencias actuales del saber lingüístico… que me dan sinceras ganas de tener una pataleta, un buen berrinche como los de mi infancia.
Sí, es para reírse, pero una sólo logra que se le suba la presión y las cosas siguen igual…
Mis practicantes me dicen: “Pero me dijeron que haga elaborar oraciones para aprender la letra s”, “Me dieron como tema la clasificación de los sustantivos”, “Tengo que preparar análisis de oraciones”…
Y yo los miro desalentada y les pregunto: ¿qué me dicen sobre lo que aprendieron y acordamos poner en práctica?, ¿qué leímos ayer?, ¿qué tienen para argumentar el respecto?, ¿les parece que es posible trabajar esos contenidos?... ¿yo les enseñé a hacer eso? Y ellos me miran, pobres, más desalentados que yo…
No se asombren de que mi lema en relación con mis ex alumnos ya docentes sea: “Yo no me hago cargo de lo que andan haciendo por el mundo”, porque la verdad es que me niego a avalar ciertas prácticas que evidencian que el sistema los devoró, que tres años de esforzado proceso de análisis no fue suficiente y no tuvieron el valor de defender lo que sabían… Ah, sí, tengo por allí unos pichones maravillosos, creativos, osados, irreverentes que se atrevieron a romper las reglas, a desafiar directivos y al status quo, que piensan, y crecen y crecen y siguen creciendo.
Gracias, Alejandra, por hacer tanto porque tus chicos aprendan, y por entibiarme el corazón con la certeza de que es posible cambiar la educación…
Gabriela

1 comentario:

Anónimo dijo...

Confieso que a pesar de lo magnífico de tu blog, antes que nada, me vi tentada a leer el artículo que me mencionaste.
Estoy realmente agradecida a vos por acercarme a desentrañar algunas cuestiones de esta problemática que día a día crece entre nosotros los docentes.
Si bien el mayor reconocimiento que tenemos es el de nuestros alumnos, me encantó que particularmente vos reconocieras el dífícil pero, a la vez, placentero camino que elegí.
Además aprovecho una vez más para comprometerte a que trabajemos juntas para ayudar a futuros docentes "pichones" a comprometerse en esta apasionate tarea .
Ale