Expondré nuevamente en el Congreso Internacional de Promoción del Libro y la Lectura

Esta foto revela parte de "mi rinconcito" de trabajo en construcción, me falta el escritorio, pero vamos en camino.

En el mes de mayo tendré el placer de concurrir (por segundo año consecutivo) como expositora al 11° Congreso de Promoción del Libro y la Lectura, que organiza la Fundación el Libro en el marco de la 34° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Tal agradable noticia me fue comunicada recientemente pues el Comité seleccionador recomendó para su lectura el trabajo que había enviado para su consideración.

En esta ocasión la ponencia que llevo y presentaré el sábado 10 de mayo a las 10:00 de la mañana en la Sala Adolfo Bioy Casares del Pabellón Blanco, se titula De los agujeros negros que deben sortear los lectores en el Nivel Medio, y aborda -con un poco de humor y bastante crudeza- las desventuras y tropiezos de tantos lectores jóvenes que sobreviven a duras penas al Nivel Medio

El panorama que analizo presenta aún: luchas por crear espacios escolares compartidos y personales de lectura literaria, por generar instancias que posibiliten construir el gusto lector y el acceso a la cultura literaria universal, por brindar acceso a los libros a todos los adolescentes, contra fosilizados dictámenes que escolarizan la lectura. Contexto en donde ha desaparecido la Literatura como Espacio Curricular, en el que no hay tiempo más que para formar a duras penas usuarios de la lengua escrita, en donde las competencias socioculturales y lingüísticas de nuestras jóvenes generaciones dificultan el acceso a un canon que la escuela sigue considerando válido…

Sin negar las conquistas y progresos, me dedico a presentar unos cuantos agujeros negros que parecen devorar las buenas intenciones y accionares y que siguen pendientes de ser develados, estudiados y superados:

· la ausencia de acuerdo acerca de la necesaria existencia independiente del Espacio Curricular Literatura y la carencia de claros propósitos y contenidos.

· la inexistencia de convencimiento generalizado de que la formación de lectores es también un propósito escolar del Nivel Medio.

· la desconexión originada en el atraso de los IFD en relación con el campo literario especialmente destinado al interlocutor joven para el cual están formando.

· la ausencia de la lectura como parte esencial de la vida de muchos adultos/docentes, o una desvinculación entre el lugar que ocupa la misma en la experiencia personal y el rol de formadores de lectores.

· la dogmática separación escuela/otros contextos en relación con la lectura y los jóvenes, la institución educativa niega o esquiva la legitimación de lo que los jóvenes leen fuera de ella.