jueves, 14 de octubre de 2010
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Este es el diario o bitácora de una travesía al mundo de las palabras y de los libros. Lleva por nombre la frase que gritaba el loro de Long John Silver, el pirata de la novela que me hechizó cuando niña: "La Isla del Tesoro".
Por eso, en este espacio se conjugarán la lectura y la escritura, desde la pasión por la palabra hasta los desvelos que acarrea la didáctica, en homenaje a los textos que poblaron mi infancia, y a todos los otros que signaron mi vida luego de aquel primer encuentro con Stevenson.
Gabriela Monzón.
3 comentarios:
La verdad es que sí. A mí siempre me llama la atención la gente que lee en los medios de transporte y que no sueltan el libro aunque haya habido un frenazo o suenen pitidos de los demás vehículos jeje. Yo no tengo esa suerte, no puedo leer mientras viajo porque me mareo ¡Lástima! ¡Saludos!
Lo que más ha llamado mi atención es esa notita, breve y deliciosa, en la que cuentas que has terminado tu primera novela. ¡Intrigante! ¡Te lo tenían bien guardado! Por favor, mantennos al tanto, no es un dato menor, no podés tirarlo al aire así como si nada y luego no proveernos de información, es una injustica!! jaja... un saludo
Hola Marina, sí, adoro la gente que lee en la calle y no puedo menos que espiar la tapa de su libro a ver qué loe tiene aptrpados, jajaja
Querido Antinoo:
Jajajaja, me lo tenía muy muy guardadito, ¿viste? Agggg, escribir es un placer y una tortura, y una siempre ansía que algo resulte bueno de tanta palabra que le zumba el cerebro.
Abrazos
Gaby
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