Como habrán leído en la reseña
anterior, descubrir a Maite Carranza y leer su trilogía de La guerra de las brujas fue para mí un muy buen comienzo. Sin embargo, en aquella ocasión no sólo
me jugué con esos tres títulos, sino que cuando los comprara, adquirí a su vez Magia de una noche de verano, recién
salido del horno, nuevecito nuevecito, al que no pude resistirme cuando leí en
la contraportada que involucraba hadas del mundo mágico irlandés. Seducción celta,
que le dicen…
Así las cosas, ni bien empecé a leer
la novela -podría decirse que me di una sobredosis de Carranza- me sedujo el
desparpajo del estilo con que está contada.
Difiere mucho de la anterior trilogía,
realmente mucho, ¿por qué? sencillamente porque si en la anterior el dialecto de
español peninsular se vislumbraba de a ratos, en esta novela lo invade todo. Y eso
extrañamente en vez de restarle gracia hace que la novela sea deliciosa, sencillamente
simpatiquísima, pues dota al lenguaje de una ligereza permanente dada por las
expresiones coloquiales que los diversos puntos de vista de los personajes
adolescentes van introduciendo a lo largo de la historia.
¿Y de qué va la historia? Pues de
una embrolladísima trama de enredos y desenredos, que sin duda desde el título
mismo -con su evidente intertexto- hace pensar en la comedia shakespeareana.
Marina, una adolescente insegura y
bastante pesimista, debe suplantar a la bella Ángela -su hermana- en un viaje a Dublín,
simular que sabe inglés, convencer al espectacular novio irlandés de la otra
que es ella, y conducirse maravillosamente como lo haría aquella, cosa que le parece
más que irrealizable. En el proceso se cruzará y verá enredada su existencia
con una serie de personajes tan freakis
como ella misma: un adicto a los juegos de computadora, una chiquilina metida y
odiosa, una adolescente extraña y obsesiva, a los que se suma el hada Lilian,
quien es la que la involucra en toda la farsa para -supuestamente- salvar a su
pariente de un destino terrible. Sin saberlo será conducida de cabeza al mundo
mágico de los Tuatha De Danann, en donde se espera que reemplace
a la joven Ángela, sin sospechar que los seres mágicos son caprichosos, juguetones,
tramposos, quisquillosos y hasta crueles, por lo que su destino puede no ser ese tan esplendoroso que le pintan.
Confesión: no paré de reírme de
principio a fin, no sólo por el estilo audaz, ágil y coloquial que elige la
autora para narrar, sino porque la historia es divertidísima, absolutamente
hilarante. Se suceden continuamente equívocos y malentendidos; el manejo de la ironía,
de la exageración y del humor negro son magníficos, y esto se enlaza con otra
particularidad que es la alternancia de diversos puntos de vista de los distintos
personajes lo que le da más vivacidad al relato.
La novela es preciosa, como dije... una absoluta
delicia, por lo tanto… ¡de ninguna manera puede alguien perderse su lectura!
2 comentarios:
Ese se va directo a la lista :P Me gusta el argumento y más aún cuando los personajes son un tanto frikis jeje. ¡Saludos, te descubrí hace poco y ya me uní a tu lista de seguidores!
Gracias, me alegra que te gustara mi blog y mi crítica,... sin duda vas a morir de risa con este libro, es precioso, los personajes son un conjunto inigualable, uno más singular que otro...
Besos
Gaby
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